Patrimonio es
"identidad", es decir, todos los detalles que un lugar sea único y
diferente al resto, donde interactúan diferentes factores como el arte, la
cultura, la historia, la tradición...
Creemos
que para que un lugar o elemento tenga identidad deben trabajar conjuntamente
características tangibles e intangibles. Por supuesto edificios históricos
forman parte del patrimonio, luego vamos a buscar esta seña de identidad en
elementos que podrían pertenecer a esta definición más allá de lo conocido.
Por
un lado, podemos encontrar elementos tangibles como la tradición irlandesa de
pintar las puertas de las casas de diferentes colores; en Inglaterra los
autobuses rojos de dos pisos, las cabinas telefónicas o los taxis negros; las
comidas típicas de cada región, como la pizza italiana o la paella valenciana.
Por
otro lado, también podemos considerar elementos intangibles como el acto de
tirar monedas a la Fontana di Trevi o poner candados en los puentes; Tocar el
Manneken Pis en Bruselas; música y danzas típicas de cada región.
Siguiendo
la definición mencionada anteriormente de patrimonio, vemos que el concepto
engloba mucho más de lo que podíamos imaginar en un principio, por lo tanto
esto nos lleva a pensar ¿Dónde estaría el límite?
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